Hace unos días “me topé” con un complemento alimenticio “Antiedad amazónico” que responde al nombre de “El secreto de las tribus sin edad”. Asombrado por encontrar en una farmacia semejante producto (sí, en las farmacias ya se venden estas cosas) decidí acercarme. Mi sorpresa fue en aumento cuando en el envase pude leer lo siguiente:
“A la orilla de algunos ríos y lagos
de la selva amazónica crece un arbusto silvestre cuyo fruto, el camu
camu, ha sido tradicionalmente utilizado por los indígenas de aquellas
zonas. No sólo era considerado un alimento altamente nutritivo sino que
desde tiempos ancestrales sus propiedades eran utilizadas por los
chamanes de algunas tribus para proteger la vida de sus habitantes que
llegaban a vivir más de 100 años. También resultaba excelente para
cuidar, dar vitalidad, juventud y brillo a la piel. Tanto es así que
cerca del Amazonas, en las zonas donde crece el camu camu, sus gentes
eran conocidas por su aspecto joven debido a la luminosidad y firmeza de
su piel. Hoy se sabe que el camu camu posee una alta concentración de
antioxidantes gracias a su alto contenido en vitamina C natural y gran
variedad de polifenoles”
Ustedes me conocen así que ya se pueden imaginar lo que pasó a continuación. Soy incapaz de pasar por alto un producto en cuya publicidad se mezclan polifenoles, chamanes, vitamina C, habitantes con más de 100 años, camu camu… así que allá voy a destripar uno de esos nutricosméticos que se supone que, al ingerirlo, favorecen algún aspecto de nuestra belleza por los activos y nutrientes que contienen.
Vaya por delante que estamos hablando de un producto que cumple escrupulosamente la ley, por lo que en ningún momento se está poniendo en duda la legalidad de este complemento alimenticio que, según se puede leer en la web de la empresa responsable, contribuye a la protección de las células frente el daño oxidativo y en la formación de colágeno para la piel. Lo que en este post voy a señalar son los motivos por los que soy muy escéptico ante la necesidad de ingerir este producto destinado a “quienes desean complementar los cuidados externos de la piel con un consumo extra de antioxidantes, con el objetivo de ayudar a su firmeza y luminosidad y de retrasar los signos del envejecimiento”.
La clave de “El secreto de las tribus sin edad” se encuentra en el camu camu (Myrciaria dubia), un arbusto nativo de la Amazonía (Colombia, Perú y Brasil) que crece en forma silvestre en los suelos aluviales inundados durante la época de lluvias. Este arbusto puede llegar a medir hasta 8 m de altura y se cultiva como frutal, apreciándose su fruto por el alto contenido en vitamina C. En el caso del nutricosmético protagonista de este post, cada comprimido incluye 400mg de extracto de camu camu, de los cuales 80mg son vitamina C “natural”. Además, y según podemos leer en esta web, el camu camu también es rico en diferentes polifenoles y en el AA2G (2-0-a-glucopiranosil L-ascórbico), un análogo de la vitamina C que se caracteriza por su alta estabilidad y su eficacia prolongada.
¿Y cuál de estos ingredientes del camu camu tiene alguna actividad biológica reconocida? Según los responsables del complemento “Antiedad amazónico” la acción conjunta de los principales activos naturales del camu camu (Vitamina C “natural”, AA2G y polifenoles) otorga al fruto una alta capacidad antioxidante y que ayuda a retrasar el envejecimiento celular.
Sin embargo, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y el Reglamento 432/2012, el único ingrediente del camu camu que tiene “health claims” (alegaciones saludables) aprobadas es la vitamina C. De hecho, las dos health claims empleadas en la publicidad de este producto (contribuye a la protección de las células frente el daño oxidativo y en la formación de colágeno para la piel) son las permitidas por la ley vigente para la vitamina C y no para los otros ingredientes de este nutricosmético… por eso es legal su publicidad.
Eso sí, no me gusta nada que hasta en los nutricosméticos nos metan la moda de “lo natural” como hace la empresa responsable de este nutricosmético usando el término “vitamina C natural”. La vitamina C es la vitamina C, proceda del camu camu o del laboratorio de Breaking Bad… y sus efectos exactamente los mismos.
Una vez aclarado que toda la base científica y legal de “El secreto de las tribus sin edad” se encuentra en la vitamina C, las preguntas que debemos hacernos son las siguientes: ¿debemos consumir complementos nutricionales ricos en vitamina C? ¿presenta nuestro estado nutricional carencias en este micronutriente? La respuesta a ambas cuestiones es la misma: NO.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) realizó un estudio de valoración nutricional de la población adulta española evaluando la ingesta de energía, macro y micronutrientes. La estimación se llevó a cabo cruzando los datos de consumo de alimentos obtenidos en la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética ENIDE y los de composición nutricional de dichos alimentos, recogidos en la Base Española de Datos de Composición de Alimentos BEDCA. EN el caso de la vitamina C los resultados son contundentes. La población adulta española multiplica entre dos y cuatro veces las ingestas aconsejadas de vitamina C.
Concretamente la ingesta de Vitamina C observada se sitúa en valores de 117 a 144 mg/día en los hombres, aumentando con la edad, y de 113 a 144 mg/día en mujeres, con la misma tendencia que en hombres. La comparación de estas cifras de ingesta con las ingestas diarias recomendadas muestra valores por encima de los de referencia (191 a 393%). La media de la ingesta habitual está entre 126 y 136 mg/día, con tendencia a aumentar con la edad, al igual que ocurre con la ingesta observada.
Los datos mostrados hasta ahora muestran claramente como la población española no necesita suplementarse con vitamina C para alcanzar la cantidad diaria recomendada de este micronutriente. Sin embargo, vamos a ponernos en el rarísimo caso de que ustedes presenten carencias de vitamina C. ¿Podemos obtenerla de la alimentación tradicional o es absolutamente necesario que consuman el complemento “Antiedad amazónico”? Yo me decanto por la primera opción, tanto por motivos nutricionales como por razones económicas.
Tal y como detalla la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria en este informe las recomendaciones de ingesta de este micronutriente se pueden cubrir “fácilmente” con una dieta saludable. La vitamina C de la dieta es aportada, principalmente, por los grupos de alimentos frutas y derivados (51%), y verdura, hortalizas y derivados (29%). En esta web pueden encontrar decenas de alimentos con una alta concentración de vitamina C. Fresas, naranjas, brócoli, pimientos, tomillo, perejil.. la alimentación tradicional está llena de ejemplos que muestran lo absurdo de consumir complementos enriquecidos en vitamina C. Además, todos estos alimentos presentan en su composición otros nutrientes que no tienen los suplementos alimenticios ricos exclusivamente en esta vitamina. A modo de ejemplo les comentaré que un vaso de 250 ml de zumo de naranja hay aproximadamente 135 mg de vitamina C, un 69% más que en cada pastillita de “El secreto de las tribus sin edad”.
Pero si lo que buscamos es hacer un estudio económico podíamos coger como ejemplo el kiwi, una fruta que tiene por pieza la misma cantidad de vitamina C que un comprimido del derivado del camu camu, 80 mg. Por una parte, tengo delante de mi una bolsa de 5 kiwis que compré ayer en un supermercado. Cada pieza me costó 0.50 euros. Por otro lado, deben saber que cada caja de 30 comprimidos del nutricosmético que hoy estamos analizando cuesta en la farmacia que hay enfrente de mi casa 37.15 euros… a 1.24 euros la pastilla.
Resumiendo: a igualdad de vitamina C cada capsula del complemento amazónico cuesta casi el triple que un kiwi (una fruta que además tiene otros muchos nutrientes cosa que no ocurre en las pastillas)… y así podría mostrarles decenas de ejemplos de alimentos ricos en vitamina C y que son mucho más económicos que “El secreto de las tribus sin edad” .
Estimados lectores, desde mi humilde punto de vista creo que el mundo de la nutricosmética se nos está yendo de las manos. El caso de hoy es un ejemplo contundente. Sin embargo, y como les he repetido varias veces, el único propósito de este tipo de posts es proporcionarles toda la información para que su elección de compra sea libre pero con conocimiento de causa. Una vez que ustedes ya disponen de la información, hagan lo que crean conveniente pero nunca olviden que el mundo está repleto de secretos de las tribus sin edad, chamanes y gente que vive más de 100 años… o eso dicen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario